zondag 18 december 2011

Comision Deetman (2)

Ladrón de caramelos y roscas.

En mi juventud aprendí, que “Dios” lo veía todo.
Si robabas tu, un caramelo él te miraba y “el tosía”, solo el ladrón “yo mismo", oía (el tosido de Dios) abecés sentías el “tosido” y echabas de vuelta el caramelo en el tarro de cristal, mar casi siempre desaparecía en mi boca, en yo desaparecía a la carrera fuera de la manos del tendero.
En las noches en la cama mientras mis ojos estaban cerrados me mira “Dios” con la mirada penetrante moviendo la cabeza. Yo soy un ladrón un sucio ladrón, de caramelos.
Que suerte y felicidad! Todo se perdona con la confesión. El confesionario era Único, es raro que siendo un joven de diez años, por una rejilla del confesionario tenias que hablar cuchicheando, lo que habías robado, siempre peras, y caramelos con el Cura . Cuando empecé con las chicas jóvenes, y nos dábamos la lengua, tocarle los pechos, y las vaginas, ya no me confesé nunca más. Lastima para el Cura celibato, dentro del confesionario. Confesar que un joven de diez y siete, y una chica de quince, tenían sexo, seria cuchicheando estresante para un viril, y joven Cura detrás del confesionario.
En mis años jóvenes había muchos chistes sobre los Curas. El Cura podía en el chiste, meterse todas las noches entre las calientes sabanas con la criada, él era un hombre creado por “Dios” y deseaba tener sexo tambien con la hija del agricultor. Sobretodo en los invierno que no había calefacción, que placer los dos dentro del confesionario. Sexo a discreción.
Se abra el Cura confesado con el Obispo y le abra contado todo, y el Obispo con el Cura.
Ho! se abran contado sus trucos, en guarrerías, en la mesa del comedor.
Y como era con aquellos jóvenes monaguillos que masal, han sido tocados, violado, manoseado entre el armario de la sacristía. Las hostias estaban temblando sobre la mesa por la naturaleza del viril Cura. Con incienso esparcido se desinfesto el abuso sexual por la sacristia.
Nadie se extraña ya, del rapor presentado ayer, por la Comisión-Deetman. El Arzobispo no!no! tampoco. Claro que él sabe la suciedad que él tiene debajo de la mesa. Y que aquí no hay un problema Nacional. En Brujas un Obispo tenía relaciones con su sobrino. En Irlanda hemos conocido las horrorosas confesiones, igual que Italia, Francia, España, Y el Vaticano incluido. El viejo Obispo de Róterdam es llamado “el cachondo- Philippe-Bar” en Joannes Gijssen compara el asunto, como dos jóvenes que se masturban.
ollamas30@gmail.com

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